jueves, 3 de junio de 2010

Rivalidad Puma y Adidas




Dos hermanos enemistados crearon en Herzogenaurach las marcas Adidas y Puma.

A la salida de Herzogenaurach, población con 24.000 habitantes de los alrededores de Nüremberg, el cementerio es el testimonio póstumo de la guerra de los tacos. Las tumbas de Adolf y Rudolf Dassler se encuentran a ambos extremos del camposanto, lo más alejadas posible, para dejar claro que la muerte, como la vida, les debía dejar separados en la posteridad.

Los hermanos murieron enemistados en los años 70 tras haber fundado, a ambas orillas del río en la ciudad de calles empedradas, Adidas y Puma, los dos gigantes europeos del equipamiento deportivo. Su rivalidad se renueva con la batalla de ambas por ganar el Mundial con sus equipos: Adidas tiene seis, la mitad que Puma, pero más cotizados.

En el museo del pueblo se exhibe la máquina de pedales que los hermanos Dassler utilizaban para la cortadora de cuero en el lavadero de la casa de su madre en los años 20. Aquel artilugio fue el inicio de la fundación en 1924 de la Gebrüder Dassler Schuhfabrik (fábrica de zapatos de los hermanos Dassler), embrión de un mercado mundial que sólo en fútbol mueve hoy 2.500 millones de euros al año. En los Juegos Olímpicos de 1936, el atleta negro Jesse Owens triunfó en el Berlín nazi calzando zapatillas de tacos inventadas por Adolf Dassler. Pero el floreciente negocio no resistió la caída del III Reich y cerró en 1948.

Se dice que sus temperamentos eran muy diferentes: afable el uno; huraño el otro. También les separaban su actitud hacia el partido nazi. La escritora Barbara Smit cree haber resuelto el enigma en un libro titulado 'Tres rayas versus Puma'. La ruptura data de un incidente en plena II Guerra Mundial. Adolf y su esposa entraron en un refugio en el que ya se encontraban Rudolf y su familia durante un ataque aéreo de los aliados. «Han vuelto los sucios bastardos», se oyó decir a Adolf entre el ruido de aviones. Rodolf pensó que se refería a él y los suyos y de ahí nació el duopolio alemán de artículos deportivos.

De regreso de un campo de prisioneros americano, Rudi se encontró con que Adi se había apoderado del negocio familiar y optó por abrir su propia fábrica, Puma. Hasta que Adidas, contracción de las primeras sílabas del nombre y apellido de Adi, se mudó a unos antiguos barracones de las afueras, las dos factorías estaban a tiro de piedra a orillas del río Aurach.

Una población dividida

Por el juego de las lealtades personales, de las afinidades políticas y las necesidades de la posguerra, la población se dividió en dos bandos irreconciliables. Herzogenaurach pasó a ser «la ciudad de las miradas hacia abajo» donde llevar una u otra marca de calzado revelaba la pertenencia a uno u otro campo. Este 'appartheid' pedestre creó zapaterías separadas, pero también carnicerías y escuelas. Eras Puma o Adidas.

Su historia está ligada al mundo del deporte.

Pelé le pidió al árbitro que lo esperara para amarrar los cordones de sus botines segundos antes del silbato inicial de un partido en la Copa del Mundo de México en 1970 y millones de personas vieron por televisión una toma cercana del logo de la marca Puma cuando estaba agachado.
El brasileño estaba cumpliendo con un pedido de un representante de esa empresa, Hans Henningsen, para mejorar la imagen del calzado deportivo alemán, que pagó 120.000 dólares para que el entonces mejor futbolista del mundo usara esa marca.

La propaganda clandestina de Puma fue un gran triunfo para la empresa sobre su rival Adidas al inicio de la guerra por la supremacía en el mercado de indumentaria deportiva.

Barbara Smit, escritora y periodista holandesa, pasó cinco años buscando en los archivos de Adidas y de Puma en las sedes de esas empresas, en la ciudad de Herzogenaurach, en Baviera.

Investigó las vidas de Rudolf y Adolf Dassler, hermanos que comenzaron a fabricar los calzados deportivos en la lavandería de su propia casa en la década de 1920 antes de que se convirtieran en los gigantes del ramo.

En su nuevo libro, " Drei Streifen gegen Puma " ( " Las tres tiras versus Puma " ), recuerda el gran crecimiento de los hermanos Dassler durante la década de los años ' 20 en Alemania, cuando ese país estaba obsesionado por el deporte, su cooperación con los nazis, su dura separación después de la guerra y la fuerte competencia entre ambos que creó dos imperios separados.

" Como rivales acérrimos, los hermanos llevaron en forma separada sus respectivas compañías a lo más alto del mundo, " escribió Smit.

El legendario boxeador estadounidense Muhammad Ali, el ex zaguero de la selección alemana de fútbol Franz Beckenbauer y el mediocampista francés Zinedine Zidane se convirtieron en leyendas con el logo de las tres tiras de Adidas.

Por el otro lado, el " rey " del fútbol Pelé, el argentino Diego Maradona y el ex tenista germano Boris Becker llegaron a la fama mundial con Puma.

El libro también cuenta el declive de las empresas familiares, tomadas por sorpresa por su rival norteamericana Nike, y la incapacidad de ambas de detectar nuevas tendencias, como el atletismo.

PELEA FAMILIAR

Tanto Adidas como Puma consiguieron recuperarse en el vibrante mercado deportivo que mueve 17.000 millones de dólares, aunque como empresas públicas, después de una larga y difícil separación de sus dueños originales.

" Quedé fascinada con esta increíble pelea familiar, su feudo en los negocios y sus victorias deportivas, que forjaron dos marcas poderosas reconocidas en el mundo entero, " dijo Smit a Reuters sobre su idea de escribir el libro.

En su investigación, la periodista holandesa también recurrió a documentos de los servicios de inteligencia de Estados Unidos y realizó más de 200 entrevistas en todo el mundo.

Las dos firmas tienen su sede en Herzogenaurach, ciudad de 23.200 habitantes a 20 kilómetros de Nuremberg, aunque la mayor parte de la producción fue transferida a países con costos más bajos.

Los calzados hechos a mano para algunos de los deportistas más famosos, como el futbolista inglés David Beckham, todavía son producidos en Alemania.

Mark Spitz estaba en camino de ganar siete medallas de oro en 1972 cuando recibió la visita de Horst Dassler, hijo del fundador de Adidas, Adi Dassler, en la Villa Olímpica de Munich. Dassler le pidió al nadador estadounidense que usara la marca en cada ceremonia de entrega de medallas.

" El problema era que los calzados podían quedar cubiertos por unas calzas sueltas que usan los nadadores, " contó Smit.

" Entonces Dassler le dijo a Spitz que podía llevar los zapatos en la mano. Spitz se contagió del entusiasmo de Dassler y saludó a la multitud con un par de zapatilla ' Gazelles " de Adidas, " recordó la escritora.

Smit reveló que después de eso el nadador tuvo que presentarse a explicar lo ocurrido ante miembros del Comité Olímpico Internacional (COI).

Otro momento notable en la batalla entre Adidas y Puma ocurrió en la Olimpíada de 1960. Smit dijo que fue la primera vez que un atleta importante recibió dinero para usar una marca de zapatillas.

" Rudolf Dassler abrió su caja de Pandora en 1960, pagándole al velocista Armin Hary por usar Puma en la final de los 100 metros, " indicó Smit.

Antes de eso Hary usaba Adidas y le pidió dinero a la firma para seguir haciéndolo, pero ésta se negó.

Hary ganó la medalla de oro con Puma, pero en la ceremonia de entrega de medallas apareció con unas Adidas para sorpresa de Adi y Rudolf.

" Con su perspicacia para los negocios, con ese cambio Hary esperaba ganar dinero por parte de los dos, " escribió Smit. " Pero Adi quedó tan enojado que cortó la relación con el campeón olímpico. "

Rudolf y Adi Dassler aprendieron desde una temprana edad el enorme impacto que las medallas de oro tendrían en sus negocios.

Cuando el estadounidense Jesse Owens llegó a Alemania para la Olimpíada de 1936, Adi Dassler fue hasta la Villa Olímpica. Allí encontró a Owens, delante de él abrió una maleta llena de calzados y convenció al atleta de probarlos. Owens luego ganó cuatro medallas de oro con las zapatillas que le llevó Dassler.

" El éxito de Owens cimentó la buena reputación de los calzados de Dassler entre los deportistas más famosos del mundo, " escribió Smit. " A los escritorios de los hermanos llegaron cartas desde cualquier lugar del mundo, de entrenadores interesados en sus zapatos. "

En 1948, los hermanos separaron su negocios. Adolf llamó a su firma Adidas y Rudolf eligió el nombre " Ruda " antes de cambiar a la marca " Puma. "

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